martes, 14 de febrero de 2012

EVASIÓN FISCAL - UNA EXPLICACIÓN SENCILLA

http://www.gurusblog.com/archives/multinacionales-impuestos-precios-de-transferencia-y-evasion-fiscal/08/09/2011/

En esta página se explica de una manera sencilla cómo se lleva a cabo la "evasión fiscal" por parte de las grandes empresas y multinacionales. Y además nos explica en qué consisten los "precios de transferencia".

Está muy interesante, echadle un vistazo

lunes, 13 de febrero de 2012

EL MUNDO AL REVÉS. TRABAJADORES EXPLOTADOS Y EMPRESARIOS DILAPIDADORES.

http://www.nuevatribuna.es/articulo/economia/2011-12-05/-quien-carga-en-espana-con-el-peso-del-fraude-fiscal/2011120509295300516.html  (artículo Evasión Fiscal Empresas)

http://www.librered.net/?p=13543   (artítulo Evasión Fiscal Empresas)

http://economia.elpais.com/economia/2012/02/13/actualidad/1329121546_756741.html   (artículo Reforma Laboral)



¡¡Qué pena tener que leer este tipo de noticias ¡¡¡ Y aún dudamos de a quiénes TENEMOS que meter en vereda.... .

Sin embargo aquí lo tenemos, LA GRAN REFORMA LABORAL ya está en marcha, y no hacemos más que agachar las orejas y comulgar con las premisas de que "hay que arrimar el hombro", "tenemos que hacer un esfuerzo", "se nos está pidiendo que hagamos un gran sacrificio"... . Y ¿por qué siempre ha de sacrificarse el trabajador?, ¿por qué no son los capitalistas los que han de hacer "un pequeño sacrificio"?. Ellos son los que pueden permitirse el lujo de sacrificar unos pocos millones de euros en favor de los que apenas tienen o los que no tienen absolutamente nada.

Este es el mundo al revés: viviendas sin habitar, agricultores que tienen que tirar sus productos a la basura porque les pagan menos de lo que cuesta producirlos, empresarios se han enriquecido muchísimo durante los últimos años y que se van a aprovechar aún más de los trabajadores mediante esta reforma laboral, bancos que se han beneficiado al máximo del ladrillo y que reciben financiación de los gobiernos europeos, parados de larga duración que rezan por obtener un contrato basura, servicios públicos desacreditados en beneficio de los que ostentan el capital, trabajadores públicos y privados puestos en duda y llamados "al orden", gente muriéndose de hambre y políticos derrochando y dilapidando el dinero de todos, y podríamos seguir así, enumerando "absurdo" tras "absurdo" en un mundo en que TODOS podríamos vivir dignamente.

lunes, 30 de enero de 2012

LA CRISIS DE LA DEUDA SOBERANA

En la actualidad la prima de riesgo de los países es el “nuevo chollo” de los capitalistas a nivel mundial. Estamos ante un nuevo producto con el que especular y obtener enormes ingresos.
 Actualmente la Economía no se basa en el Sistema Productivo como fuente principal para obtener beneficios, sino que se está produciendo una tendencia acusada en los mercados hacia la ESPECULACIÓN como sustento de los negocios.
A continuación vamos a efectuar un análisis del desarrollo histórico sufrido desde el año 1997 hasta el momento actual, con el objetivo de explicar el fenómeno de la ESPECULACIÓN como elemento promotor de los acontecimientos políticos y económicos que han tenido lugar dentro de la Unión Europea, y más concretamente en España, durante este período de tiempo.
Ya se especuló con los préstamos hipotecarios mediante los “créditos subprime” y se consiguió beneficiar a los grandes bancos, empresas y agencias de calificación, que obtuvieron beneficios de billones de euros de todo ello. Mientras, condujeron a los ciudadanos a endeudarse sin conciencia alguna y a los Estados a permitirlo porque los mercados inmobiliarios y crediticios eran el eje de la economía de los países.
En 2002 el volumen de créditos subprime de las entidades financieras en Estados Unidos representaba el 7% del mercado hipotecario. En 2007 era del 12,5%.
Desde el año 1997 los precios de las viviendas se incrementaron desmesuradamente y tanto los bancos como las empresas inmobiliarias y crediticias, así como los especuladores sacaron una gran tajada de este negocio redondo. Íbamos camino de la tan comentada “Burbuja Inmobiliaria”.
Así todos contentos: los Estados, los bancos, las empresas y los especuladores.
Desde el inicio de la segunda fase de la unión económica y monetaria (UEM) todos los Estados miembros efectuaron progresos notables en la realización de un grado de convergencia sostenible. Estos progresos se aceleraron en 1996 y 1997, cuando los Estados miembros intensificaron sus esfuerzos, en particular, en el ámbito presupuestario.
Todo parecía ir “viento en popa”, los países como Alemania, Francia e Inglaterra caminaban con la cabeza bien alta ya que “aparentemente” la situación era inmejorable. 
En España teníamos doble ración de alta autoestima, ya que la mentalidad española de “más vale vivienda en mano que alquiler volando” llevó a millones de ciudadanos a firmar hipotecas sin encontrarse con muchas cortapisas por parte de los bancos.
Pero este cuento de hadas no podía tener un final feliz.
A finales del 2007 los bancos se habían más que beneficiado y comenzaron a recortar la concesión de créditos a las empresas y a los particulares. Los mayormente perjudicados fueron los ciudadanos. Numerosas pequeñas y medianas empresas tuvieron que cerrar y despedir a sus trabajadores. Y a la par las grandes empresas iniciaron reajustes en sus programas de actuación y en sus cuentas de explotación, ya que el mercado inmobiliario se había exprimido al máximo, y ya saciados de beneficios podían permitirse el lujo de ahorrar costes despidiendo a sus trabajadores y reduciendo sus negocios.
En diciembre de 2007 se produce la explosión de la burbuja inmobiliaria motivada por una brusca caída de la demanda y de los precios, y aún continúa en el 2011, con caídas de la demanda superiores al 40% provocadas por la incapacidad del mercado para absorber la enorme oferta de vivienda construida y vacía disponible.

A principio del año 2008 ante el elevado índice de despidos que se estaba produciendo y con la caída de PYMES se inició una crisis que motivó el impago de las hipotecas y créditos con las que se estaba negociando en los mercados financieros.
Ello provocó un desplome de todas aquellas entidades que poseían estos productos y que cotizaban en bolsa.
Muchas quebraron, lo que sumó millones de desempleados en los distintos países.
Importantes bancos se vieron afectados y con la amenaza de poder verse en quiebra, con el consecuente perjuicio que podían producir a sus clientes y allegados, pidieron ayuda económica a los Estados para poder salir del meollo en el que se habían metido.
Este fue el punto culminante de la crisis: los Estados se vieron de pronto con una tasa de desempleo muy elevada e inesperada y además se vieron en la tesitura de tener que responder ante los bancos concediéndoles préstamos para que no se produjese el desplome del Mercado Financiero.
A partir del año 2008 los Estados Europeos incrementan su tasa de endeudamiento con los bancos para poder hacer frente a los distintos frentes de gasto que van surgiendo.
En el caso de España cabe destacar como principales partidas de gasto imprevistas, entre otras: un elevado incremento de las prestaciones y subsidios por de desempleo (tratándose a día de hoy es un paro estructural), una gestión inadecuada de los Organismos Públicos con el consecuente aumento del endeudamiento público y una inyección al sistema financiero español de 30.000 millones de euros (ampliables hasta los 50.000 millones de euros).
Cabe destacar el siguiente artículo del Periódico Público.es  de  fecha 07/10/2008:
http://www.publico.es/dinero/162391/el-gobierno-inyectara-al-menos-30-000-millones-de-euros-al-sistema-financiero
“En octubre del 2008 el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero anuncia  la creación de un fondo temporal con cargo al Tesoro destinado a actividades financieras. Esta inyección de 30.000 millones de euros, ampliable a 50.000,  es una medida, según ha confirmado Zapatero, complementaria a las labores del Banco Central.
“Se trata de un gran préstamo temporal y lo podemos realizar porque tenemos una deuda en unos niveles muy razonables", recalcó Zapatero para señalar que esta decisión no incrementará el déficit público, ya que va a cargo del Tesoro.
Zapatero insistió en que, a diferencia de otros países, esta medida no busca sanear a las entidades financieras españolas -cuya solidez y solvencia no se pone en duda, volvió a destacar- sino "prevenir riesgos" e "inyectar financiación" para facilitar los créditos y, con ello, impulsar la actividad económica.  En estos momentos, recordó, la falta de crédito es el gran problema que paraliza la actividad.
La medida pretende facilitar la concesión de créditos para impulsar la actividad económica
El líder del Ejecutivo ha explicado que "sin crédito no hay inversión", y sin inversión, ha recalcado, no hay creación de empleo, ni crecimiento.
En una comparecencia ante los medios de comunicación en el Palacio de la Moncloa, Zapatero ha explicado que es una "medida extraordinaria" adoptada tras la reunión de hoy de los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin).
El Gobierno elevó la garantía al unísono con Europa, que aprobó situarla en un mínimo de 50.000 euros. Según fuentes de la Moncloa, esperó hasta el último minuto para ver si el Ecofin adoptaba un plan de rescate europeo. Al no tomarse medidas (Sarkozy había fracasado en su plan de crear un fondo de 300.000 millones), el Ejecutivo acordó actuar unilateralmente.
A falta de que el viernes el Consejo de Ministros apruebe el fondo millonario y detalle sus características, el sector financiero y la oposición celebraron su creación.
Al tipo medio al que se ha emitido la deuda en 2008 (4,25%), este plan tendría un coste anual en intereses de 1.275 millones cada año. El Tesoro prevé recuperar toda la inversión (intereses incluidos) cuando revenda esos activos a buen precio, una vez que los mercados se recuperen”.
Con motivo del incremento de la tasa de endeudamiento de los Países de la Eurozona éstos han ido visto incrementada su tasa de riesgo ante los mercados financieros. Éste ha sido el primer indicio de la crisis de la zona euro.
Crisis de la deuda soberana europea

A principios del año 2010 comienza la Crisis de la Zona Euro o también llamada Crisis del Euro, en la que se ven involucrados los 17 Estados miembros de la UE.
A partir de este momento los estados de la Eurozona han venido padeciendo una crisis de confianza sin precedentes, con ataques especulativos sobre los bonos públicos de varios de sus miembros, turbulencias en sus mercados financieros y bursátiles, y una caída del valor cambiario de la moneda única, en un contexto de incertidumbre y dificultad por alcanzar un acuerdo colectivo que todavía persiste.
El primer país afectado fue Grecia. Durante las primeras semanas del 2010 la enorme deuda pública de Grecia comenzó a considerarse preocupante. La situación se agravó al descubrir que el gobierno de Atenas ocultó durante años los verdaderos datos macroeconómicos, entre ellos el verdadero valor de la deuda, todo ello con el asesoramiento de  Goldman Sachs.
El 23 de abril de 2010 se produce la primera petición de “rescate” a la UE por parte del gobierno Griego. Cuando llegó la crisis financiera global, el déficit presupuestario subió y los inversionistas exigieron tasas mucho más altas para prestar dinero a Grecia.
Todos los países de la eurozona se vieron afectados por el impacto que tuvo la crisis sobre la moneda común europea. Hubo temores de que los problemas griegos en los mercados financieros internacionales desataran un efecto de contagio que hiciera tambalear los países con economías menos estables de la eurozona como Portugal, Irlanda, Italia y España que, como Grecia, tuvieron que tomar medidas para reajustar sus cuentas: PLANES DE AUSTERIDAD.
A partir de marzo de 2010, la eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) debatieron conjuntamente un paquete de medidas destinadas a rescatar la economía griega, dentro de un trasfondo de desacuerdos entre Alemania y el resto de los países miembros. 
Finalmente, el 2 de mayo la Unión Europea (UE) y el FMI acordaron un plan de rescate de 750.000 millones de euros, para tratar de evitar que la crisis se extendiera por la eurozona. A esta medida se añadió la creación, anunciada el 10 de mayo, de un fondo de estabilización colectivo para la eurozona. Al mismo tiempo, todos los países europeos tuvieron que adoptar sus propios planes de ajuste de sus finanzas públicas, inaugurando una era de austeridad.
En abril de 2011 el Gobierno Socialista de Yorgos Papandreu se comprometió a aplicar un nuevo plan de ajuste por valor de 23.000 millones de euros y a poner en marcha un plan de privatizaciones de 50.000 millones de euros adicionales.
A partir de septiembre de 2011 es cuando Grecia presiona para que la Unión Europea pague un segundo rescate. El nuevo plan de ajuste asociado a este segundo rescate se da a conocer el 21 de septiembre de 2011 y se toman las siguientes medidas:
-         30.000 funcionarios son mandados a una "reserva" previa al despido o la jubilación,
-         Los jubilados menores de 55 años perderán un 40% del importe de sus pensiones,
-         Reducción de los salarios públicos en un 15%,
-         Impuesto a la propiedad inmobiliaria (de 0,50€ a 16€ por metro cuadrado),
-         Se obligará a pagar impuestos a quienes cobren más de 5.000€ anuales (frente a los 8.000€ anuales antes de la reforma).
-          
El 1 de noviembre de 2011 se cesa a la cúpula militar por temor a un Golpe de Estado. Además el 11 de noviembre tras la petición fallida del anuncio de un referéndum sobre la re-financiación de la deuda griega, dimite Yorgos Papandreu y se pone en su lugar el tecnócrata Lucas Papademos (Economista jefe del Banco de Grecia desde 1985 hasta 1993 y vicepresidente del Banco Central Europeo desde 2002 hasta 2008 ).

El segundo país afectado fue Irlanda.
Los actuales problemas presupuestarios de Irlanda tienen su origen hace más de dos años, cuando el comienzo de la crisis impuso el freno a una de las economías con mayor y más rápido crecimiento de la Unión Europea. 
A continuación se enumeran los momentos claves del proceso que ha llevado a Dublín a pedir un rescate a la UE y al FMI y su posterior evolución.
2008
El 7 de mayo de 2008 Brian Cowen del partido centrista Fianna Fáil es elegido primer ministro de Irlanda. Sus aliados y sus oponentes le advierten de la dura tarea que le espera para gestionar la ralentización económica del país.
El 25 de septiembre Irlanda se convierte en el primer país de la Zona euro que entra en recesión debido al estallido de su burbuja inmobiliaria.


Desde el 30 de septiembre hasta diciembre del 2008 Irlanda tiene que reaccionar y aprobar una garantía de crédito de, primero 400.000 millones de euros ante la caída del bando Lemanh Brothers, que más tarde se elevó hasta los 485.000 millones de euros al incluir  a los bancos extranjeros que operan en la isla, y que finalmente supuso otra inyección de 5.500 millones de euros en sus tres mayores bancos, nacionalizando el Anglo Irish Bank.

2010
Durante este año la calificación de Irlanda como país se reduce a una “BBB+”.
Aún cuando el gobierno Irlandés se niega en tres ocasiones a ser rescatada por el Eurogrupo, no tiene más remedio que aceptar las condiciones europeas en noviembre,y los veintisiete dotan un Fondo Europeo de Estabilización de 750.000 euros para rescatar a los países con graves problemas presupuestarios.
En diciembre Irlanda acaba aprobando el plan de rescate de la UE y el FMI

2011
Este año se cierra con la calificación de los bonos de Irlanda como “Bonos Basura”, puesto que no han superado las calificaciones de “Ba1-“.
El gobierno Irlandés se ha visto obligado a tomar las siguientes medidas, guiado por un Plan de Austeridad que le viene impuesto desde Europa:
-       Reestructurar su Banca y quedarse solamente con 2 entidades.
-       Rebajar el IVA en Turismo.
-       Incremento de las Tasas sobre el Agua y las Energías. Se impone una Tasa sobre la Vivienda.
-       Los próximos diez días, la llamada troika evaluará los progresos efectuados por el Gobierno irlandés, reforzado por las previsiones que auguran un modesto crecimiento de su economía para 2011 y 2012. Se trata de la cuarta revisión trimestral desde que el pasado noviembre el Ejecutivo irlandés aceptase un paquete de ayuda de 85.000 millones de euros.
-       A finales del año 2011 el grupo de los veintisiete augura una rápida mejoría de la economía Irlandesa. Se ha ajustado muy adecuadamente a los Planes establecidos por Europa.

El tercer país afectado fue Portugal.
El tercer país afectado fue Portugal.
Desde el 25 de marzo del 2010 hasta el 11 de marzo del 2011 el Gobierno Socialista de José Sócrates se ve presionado por los países líderes de la Unión Europea, Alemania y Francia, a aplicar varios Planes de Austeridad, conocido como los PEC - Programas de Estabilidad y Crecimiento, con motivo de la inseguridad que ha ocasionado la situación de Grecia dentro de la Unión Europea, y con la consecuente puesta en duda de la fiabilidad económica de ciertos países como Portugal, Irlanda y España.
 La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) rebaja dos escalones la calificación de Portugal. De "A+" pasa a "A-" debido a "la debilidad estructural" de su economía, fruto del deterioro de sus finanzas públicas y sus escasas perspectivas de crecimiento.

En estos Programas de Estabilidad y Crecimiento se contemplaron las siguientes medidas:
-         una reducción del gasto social y militar,
-         el aumento de impuestos a las rentas más altas,
-         el incremento del IVA hasta el 23% y del  IRPF,
-         la congelación de las pensiones,
-         la congelación y posterior reducción  del salario de los funcionarios del 3,5% al 10% y
-         la privatización de bienes públicos.

 El déficit del país se dispara y los intereses que piden los inversores internacionales para comprar obligaciones a diez años del Tesoro portugués se disparan y alcanzan el 8% en marzo del 2011.
El 23 de marzo de 2011 la oposición portuguesa, desde los conservadores a la izquierda marxista, rechaza el cuarto programa de austeridad y provoca la dimisión del Gobierno liderado por Sócrates.
El 24 de marzo de 2011  el Eurogrupo estima que un eventual rescate de Portugal podría necesitar de 75.000 millones de euros del fondo de ayuda europeo. Con esa cifra sobre la mesa, durante la cumbre europea convocada en Bruselas, los líderes de la UE mantienen un largo debate sobre la situación portuguesa y las alternativas a las que se enfrenta el país. El ya primer ministro en funciones luso, José Sócrates, insiste ante sus homólogos en que su país no quiere un rescate.
Fitch y Standard&Poor's rebajan la nota de la deuda portuguesa y dejan la calificación al borde del bono basura.
En abril del 2011 El primer ministro luso en funciones, José Sócrates cambia de opinión y pide la activación de un rescate de la UE y el Gobierno portugués pide formalmente el inicio de la negociación con la UE y el FMI para cerrar los términos del rescate financiero.
El 3 de mayo el primer ministro portugués, José Sócrates, anuncia que se ha alcanzado un acuerdo con la UE y el FMI sobre el plan de ayuda financiera, el rescate ascenderá a 78.000 millones de euros a lo largo de tres años y es definitivamente aprobado el 16 de mayo por el Eurogrupo. Este plan de rescate conlleva un Plan de Ajuste que incluye entre otras medidas:
-         la congelación de los salarios de los funcionarios y de las pensiones hasta 2013,
-         un recorte del gasto sanitario superior a 900 millones,
-         y una reducción en las prestaciones por desempleo.

El 5 de junio de 2011, tras seis años de Gobierno socialista, Portugal gira a la derecha y da una holgada mayoría a los conservadores. El vencedor de las elecciones, Pedro Passos Coelho, del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), anuncia la formación de un Gobierno "de mayoría" al que está dispuesto a sumarse su habitual aliado, el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP). El hasta ahora primer ministro, José Sócrates, dimite como líder de su partido.
El 2 de septiembre la Unión Europea aprueba dos nuevos tramos del rescate financiero a Portugal e Irlanda, por valor de 11.500 y 7.500 millones, respectivamente.  Y el 13 de septiembre el FMI aprueba el segundo tramo de la ayuda a Portugal por 3.980 millones de euros y pide a Lisboa que ahorre 1.000 millones de euros en 2012 para asegurar el objetivo de acabar el año con un déficit del 4,5%.
En noviembre el país vecino se sitúa al borde de la recesión.
El 16 de noviembre los inspectores del Banco Central Europeo, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional han dado su visto bueno a la entrega del segundo tramo del rescate, por valor de 8.000 millones de euros, que se transferirá en diciembre o enero. El país luso ha logrado colocar 1.123 millones de euros en deuda a corto plazo, con un interés similar.
El 24 de noviembre tiene lugar la Tercera huelga general convocada por los dos grandes sindicatos del país en los últimos 23 años. Es la primera que sufre el Ejecutivo de Passos Coelho. Los trabajadores protestan por los recortes anunciados, que son elogiados por Fitch. A pesar de ello, la agencia de calificación de riesgos ha rebajado la nota de la deuda lusa a la categoría de 'bono basura'.
Finalmente, el 9 de diciembre la economía portuguesa experimentó en el tercer trimestre del año una contracción del 0,6% respecto a los tres meses anteriores, frente al retroceso del 0,4% inicialmente previsto, lo que arroja un dato de crecimiento negativo del 1,7% interanual, siete décimas peor que el dato interanual del segundo trimestre, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística de Portugal (INE).

Por último, países como España e Italia están en la mira de los veintisiete como países de alto riesgo económico y financiero. Lo cual los pone en “jaque” para su futura adaptación a los Planes de Austeridad, así como su posible “rescate” por parte del Banco Central Europeo.


CONCLUSIÓN:
Los países Europeos se han visto amenazados por el “Capitalismo”, en cuanto que han visto el peligro de quedarse sin financiación por parte de los propietarios del Capital.
Esta amenaza ha supuesto un giro en la actuación de los gobiernos europeos bajo las directrices de los países europeos más poderosos, en este casos Alemania y Francia.
Estas directrices han ido encaminadas fundamentalmente a favorecer la expansión de las empresas y los bancos dentro de Europa. Para ello se han establecido unos Planes de Austeridad y unos Fondos de Rescate, con el fin de dar “garantías” acerca de la estabilidad económica y financiera de los países de la Unión.



Entre otras medidas, los países europeos coinciden fundamentalmente en las siguientes:

-       Retirada de los Partidos Socialistas de los gobiernos de los países, y la entrada en los mismos de Partidos de Derechas.
-       Reducción de los Servicios Públicos, así como el despido de gran parte del funcionariado y personal al servicio de la Administración.
-       Reducción o Supresión de las Pensiones de Jubilación.
-       Incremento de los Impuestos Directos (IRPF fundamentalmente, IBI, Tasas relacionadas con la Vivienda, entre otros), y de los Impuestos Indirectos (IVA). Curiosamente se reducen los impuestos de Sociedades, y no se llega a tomar la decisión de establecer un Impuesto sobre los ingresos percibidos por los Bancos y Entidades Financieras (aunque actualmente se está barajando esta posibilidad).
-       Incremento de los Fondos a favor de las Entidades Bancarias y Financieras. Con el propósito de incentivar su actividad y favorecer su crecimiento económico.
Observando estas medidas, entre otras adoptadas hasta ahora, cabe realizarnos la siguiente pregunta: ¿QUÉ DESTINO LE DEPARARÁ AL ESTADO DE BIENESTAR?, ¿ESTÁ CONDENADO A DESAPARECER?, ¿NOS SUMIREMOS EN UNA EUROPA “CAPITALISTA”, DIRIGIDA POR EL PRINCIPO DEL “LIBRECAMBISMO” Y LA “SUPERACIÓN PERSONAL”?

Mi conclusión personal, es que el “Capitalismo” ha encontrado una nueva fórmula de obtención de ganancias fundamentada en la especulación sustentada en el dinero de los Estados, ha perdido el miedo a los movimientos sociales y está pisando fuerte por implementar su filosofía de la “ambición” y el “ansia de acumulación de dinero”.
Este “ansia de riqueza” no tiene límites ni territoriales ni personales. Bajo los pies del Capitalismo millones de personas se sumen en la muerte y en la pobreza. Y por ahora, no existe gobierno alguno que nos represente, que esté dispuesto a ponerle límites a quienes ostentan el poder económico.
La solución sería salirse de este Sistema Capitalista que hemos asumido como el único existente y posible para nuestra supervivencia. Un cambio de mentalidad sería lo único factible para dirigir nuestro “esfuerzo personal” hacia nuevos horizontes, que superaran el objetivo del “consumo”, “bienestar” y “riqueza” como filosofías de vida, que nos han sido inculcadas como una palabra sagrada, y que realmente no son beneficiosas para la vida humana en general.

domingo, 29 de enero de 2012

TEMA 8: LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS

Tema 8: LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS

1.- INTRODUCCIÓN.

            El presente tema se desarrollará tomando como referencia los análisis sobre la crisis efectuados por distintos autores marxistas, puesto que no puede decirse que Marx llegase a elaborar un examen completo o sistemático de esta materia.

            No obstante, en sus obras El Manifiesto, Historia crítica de la teoría de la plusvalía y en El Capital, Marx aporta comentarios acerca de la cuestión de las crisis, que serán tomados en cuenta en el presente tema.

2.- LA PRODUCCIÓN SIMPLE DE MERCANCÍAS Y LAS CRISIS.

           
            En la historia de la civilización la introducción del DINERO representó un gran paso adelante en tanto en cuanto permitió dividir el acto del cambio en dos partes, la compra y la venta, que, por la naturaleza del mismo, pueden estar separadas en el tiempo y en el espacio.

- En la producción simple de mercancías la crisis se produciría por una situación de escasez insólita, como resultado de la insuficiencia o inexistencia de materias primas o mecanismos de producción con los que producir las mercancías necesarias para satisfacer las necesidades de uso de los productores.

            Excluidos los factores externos, como las guerras y las cosechas malogradas, las crisis son posibles pero más bien improbables, o cuando mucho accidentales, bajo la producción simple de mercancías.

-Sin embargo, en el sistema capitalista las crisis, aunque parezca un absurdo, son ocasionadas principalmente por una situación de sobreproducción.

            La explicación se fundamenta en “la organización de la producción por medio del cambio privado”, de forma que si el productor A vende y después, por una razón cualquiera, deja de comprar a B, este, no habiendo logrado vender a A, no puede comprar a C; y este, no habiendo podido vender a B, no puede comprar a D; y así sucesivamente. De esta forma, una interrupción en el proceso de la circulación, que está condicionado por la separación de la compra y la venta, puede extenderse desde su punto de origen hasta afectar a toda la economía.

            Aparece entonces la crisis, en la que coinciden existencias de mercancías invendibles y necesidades insatisfechas, es decir, sobreproducción.








3.- LA LEY DE SAY.

            La ley de Say sostiene que a “una venta sigue invariablemente una compra por igual cantidad”; en otras palabras, que no puede interrumpirse la circulación M-D-M, y, por lo tanto, no puede haber crisis ni sobreproducción.

            Pero Marx efectúa una crítica detallada de la ley de Say en su versión ricardiana, con el objetivo de eliminar cualquier duda acerca de la posibilidad formal de las crisis y la sobreproducción en las sociedades productoras de mercancías.

           
- Ricardo negaba la posibilidad de las sobreproducción general, en tanto en cuanto consideraba que un hombre no produce si no es para su propio consumo o para vender con la intención a su vez de comprar alguna otra mercancía para su propia utilidad.  Por lo tanto, Ricardo no contempla la posibilidad de una separación temporal y/o espacial del acto de compra-venta.

- Marx criticó el anterior razonamiento alegando que “el hombre no está obligado a comprar sólo porque haya vendido”. Sino que considera que la venta y la compra están separadas en el tiempo y en el espacio.

Por lo tanto, Marx contempla el dinero como algo más que el medio por el cual se efectúa el cambio. Para Marx el dinero es el medio por el cual el cambio se divide en dos transacciones separadas y distintas, la venta y la compra.

De acuerdo con esta argumentación Marx concluye que si uno vende y deja de comprar el resultado es la crisis y la sobreproducción.

4.- EL CAPITALISMO Y LAS CRISIS.

1)      EL CAPITALISMO:

El fundamento del capitalismo es completamente diferente al de la producción simple de mercancías.

            - En la producción simple de mercancías el fundamento racional de M-D-M es claro. Y el propósito del cambio es la adquisición de valor de uso y no el aumento del valor de cambio.

            - En el Capitalismo: El fundamento de su existencia es D-M-D´, de manera representa un aumento del dinero final que se ha obtenido con respecto al dinero inicial que se ha invertido, es decir un “incremento de riqueza en abstracto”.

            Esto se debe a que el propósito del capitalista es la apropiación de más y más riqueza en abstracto, convirtiéndose en el único móvil de sus operaciones.





            De esta manera  “la expansión del valor” se convierte en su propósito subjetivo, en tanto que el capitalista devuelve constantemente su dinero a la circulación, y de esta forma cambia el carácter del proceso mismo de la circulación, en tanto en cuanto la producción tiene como objetivo la obtención de ganancia. Por lo tanto, en esta filosofía capitalista predomina el incremento del valor de cambio y no el valor de uso.

            Por otra parte, tenemos que ubicar la situación de los trabajadores dentro de este sistema capitalista.  A este respecto, podemos observar que la relación M-D-M es la que dota de sentido a la venta de su fuerza de trabajo por parte de los trabajadores.

            El motivo de la venta de su fuerza de trabajo por parte de los trabajadores es convertir su fuerza de trabajo en dinero, y finalmente emplearlo en adquirir artículos necesarios y en procurarse comodidades. Por lo tanto, vemos que el trabajador trabaja estimulado por un deseo de valores de uso.

            Hay que hacer un inciso a este respecto, puesto que lo que parece ser “acumulación” en los obreros tiene poco que ver con la acumulación del capitalista, y que por supuesto nada tiene que ver con la “naturaleza humana”.

            Con la acumulación del obrero tiende a asegurarse un flujo de valores de uso para sí y para su familia cuando su fuerza de trabajo no sea ya vendible.

            Mientras que el capitalista tiene una pasión inextinguible de lucro, y ello le conduce a una propensión a la acumulación constante que le guiará en su actividad.

            La teoría económica ortodoxa ha cometido dos errores a este respecto:

            - El de suponer que bajo el capitalismo cada uno es impulsado por el deseo de obtener ganancias,

            - El de suponer que cada uno se interesa solamente en los valores de uso y, por lo mismo, que todo ahorro debe considerarse a la luz de un redistribución del ingreso a través del tiempo.

            2) LAS CRISIS:

            El objetivo inmediato del capitalista es elevar al máximo su tasa de ganancia, y la previsión que tenga de que su tasa de ganancia pueda ser más o menos incrementada será lo que determine su reconsideración de lanzar su D (dinero invertido) a la circulación.

            Por lo tanto, vamos a examinar dos casos que son determinantes para que se produzca o no la inversión de su dinero por parte del capitalista:

            1) Si la tasa de ganancia desaparece o se vuelve negativa, el incentivo de la producción capitalista dejará de existir. Los capitalistas retirarán su capital, se reducirá la circulación y comenzará una crisis seguida de sobreproducción. Este es un caso de crisis particularmente severa.

            2) Si se produce un descenso de la tasa de ganancia pero se mantiene positiva, de modo que el factor que da motivo a la producción capitalista no sea nunca eliminado, ¿hay aún razones para esperar que se puedan reducir lo bastante las operaciones como para provocar una crisis?

            La respuesta es, enfáticamente, sí. Marx lo explica así, “tan pronto descienda la tasa de ganancia por debajo del nivel ordinario, comenzará una reducción de la operaciones de los capitalistas”.

            Esto se debe a que cada capitalista individual tiene que escoger entre devolver el capital a la circulación o conservarlo en forma de dinero.

            Es cierto que a la larga el capitalista más tarde o más temprano tendrá que reinvertir su capital si quiere continuar siendo capitalista. Pero eso no significa que deba reinvertir su capital inmediatamente, ni tampoco que deba seguir reinvirtiéndolo en la misma línea de producción.

            - Si la tasa de ganancia desciende por debajo del nivel ordinario en cualquier industria particular, los capitalistas retirarán su capital de esa industria para colocarlo en otra.

            - Sin embargo, si la tasa de ganancia desciende más allá del nivel ordinario en todas o casi todas las industrias al mismo tiempo, nada puede ganarse con pasar de una a la otra. Por lo tanto, el capitalista puede posponer la reinversión hasta que las condiciones dejen de ser desfavorables y la tasa de ganancia alcance de nuevo el nivel ordinario, o hasta que se haya resignado a una tasa de ganancia más baja.

            Entretanto, en ambos casos, el aplazamiento de la reinversión habría interrumpido el proceso de circulación y provocado la crisis y la sobreproducción.

La crisis y la depresión subsiguiente forman parte, en realidad, del mecanismo por el cual la tasa de ganancia es restituida completa o parcialmente a su nivel previo.



             
            Por otra parte vamos a exponer la conclusión a la que ha llegado la moderna teoría del ciclo económico por los teóricos modernos.
           
            Para ellos la clase capitalista se divide en dos secciones, la de los empresarios que organizan y dirigen los procesos de producción, y la de los poseedores de capital en dinero , o capitalistas propiamente dichos, que suministran bajo la forma de préstamos a interés los fondos que los empresarios necesitan para sus operaciones.

            El empresario pensará que vale la pena invertir capital mientras la tasa de ganancia que percibe sea mayor que el tipo de interés que está obligado a pagar. Tan pronto la tasa de ganancia caiga por debajo del tipo de interés, el empresario no tendrá motivos para invertir, con lo cuál la circulación se interrumpirá y sobrevendrá la crisis.

            Por otra parte, los capitalistas considerarán que si deben de prestar su dinero a un tipo de interés bajo, de acuerdo a las condiciones imperantes en ese momento en el mercado, será preferible conservarlo en forma de dinero. Este pensamiento del capitalista se fundamenta en su creencia de que los tipos inferiores de interés no durarán, ya que son inusuales y anormales, y que por lo tanto es más prudente posponer las actividades de préstamo hasta que la demanda llegue a los actuales o aún más altos tipos de interés.


             En términos generales, la clase capitalista en su conjunto restringe sus actividades de inversión cuando la tasa del beneficio sobre el capital cae por debajo de cierto nivel que es más o menos preciso en cualquier tiempo y lugar particulares. Y ello implica la aparición de las crisis provocadas por las fluctuaciones en la tasa de ganancia, y la paralización temporal del ciclo económico.

            Esto demuestra que no existe una situación que ponga fin a las crisis capitalistas.

5.- LOS DOS TIPOS DE CRISIS.


            Aquí se van a tratar dos tipos de crisis, y el punto de partida de cada una de ellas es el mismo, un descenso de la tasa de ganancia, pero lo que está detrás del descenso en cada uno de los casos requiere un análisis muy diferente de cada uno de ellos.

            1) Uno de los casos de crisis tiene que ver con movimientos en la tasa de plusvalía y en la composición del capital, quedando intacto el sistema del valor.

            En este caso la tendencia decreciente de la tasa de ganancia fue deducida sobre la base de la suposición de que las condiciones de la ley del valor se satisfacían plenamente y, por lo tanto, todas las mercancías se vendían en sus valores de equilibrio.

            La tasa descendente de la ganancia no era, por consiguiente, un síntoma de desequilibrio en el sistema de valor, aunque si condujese a una crisis, se convertiría entonces en la causa de tal desequilibrio.

            2) El otro caso de crisis tiene que ver con fuerzas todavía no especificadas que tienden a crear un déficit general en la demanda efectiva de mercancías, no, sin duda, en el sentido de que la demanda sea insuficiente para comprar todas las mercancías ofrecidas, sino de que es insuficiente para comprarlas todas con una tasa de ganancia satisfactoria.

            En este caso la causa de la crisis es el descenso de la lucratividad, con lo cuál los capitalistas pueden hallarse incapacitados para vender las mercancías en sus valores.         Estamos ante el caso de que si se produce demasiado de una mercancía, el precio de mercado cae por debajo del valor, y la ganancia se reduce o desaparece. Si esto ocurriese en un número suficiente de industrias al mismo tiempo, el resultado es un descenso general de la tasa de ganancia, seguido de una crisis.