lunes, 23 de enero de 2012

EXPLOTACIÓN INFANTIL EN EL SIGLO XXI

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/01/20/actualidad/1327086182_948562.html

En este artículo: "El robo de la infancia" podemos apreciar cómo no se ha evolucionado prácticamente nada desde la mitad del Siglo XVIII (Siglo de la Revolución Industrial) hasta el actual Siglo XXI en lo que a Explotación Infantil se refiere.

Este artículo nos informa de la existencia actual de 215 millones de niños trabajadores en todo el mundo, y de que existe una solución planteada por Unicef que es "relativamente barata". Pone como ejemplo Bangladesh, donde poniendo en marcha un programa a 10 años por un coste total de 60 millones de euros, se podría sacar del umbral de pobreza a un 37% de la población. Teniendo en cuenta que en este país la población total es de 156 millones de habitantes, estaríamos hablando de dar una "situación económica digna" a aproximadamente 58 millones de personas.

¿Podemos hacernos una idea de lo fácil que sería mejorar la situación económica y social de un país de un plumazo?. Como referencia podemos hacer alusión a la deuda total contraida por el Ayuntamiento de Madrid, la cuál ascendió a 14.798 millones de euros en el segundo trimestre de 2011 (datos tomados de: http://www.madridiario.es/2011/Septiembre/madrid/207438/deuda-ayuntamiento-madrid-receso.html). Estamos hablando de que con un 0,4% de la deuda total contraida por un Ayuntamiento podríamos acabar en 10 años con la situación de pobreza de un país, de millones de familias.

¿En qué mundo vivimos?. ¿Hacia dónde nos conduce el Capitalismo y el ansia de poder de los países desarrollados?.

No existe piedad, ni siquiera hacia los más desvalidos, en este caso "los niños trabajadores". Este artículo nos muestra la sumisión total, la pérdida de la dignidad, la denigración y explotación de millones de niños inocentes, que no tienen culpa alguna de haber nacido en sociedades sometidas por la filosofía capitalista. Estos niños no tienen protección alguna por parte de ningún organismo, de ningún país, de nadie. El Capitalismo se salta todas las normas posibles, todos los derechos fundamentales de la persona, y en los países subdesarrollados arrampla a sus anchas, sin límites, sin cortapisas, llevándose por delante la ilusión, la vida y el sentido de vivir de millones personas, de millones de niños.

Mientras tanto, el resto de la humanidad, descartando aquella parte que directamente se muere de hambre, está sumergida en el consumismo, en el sueño de alcanzar un estilo de vida "burgués", más próximo a la "comodidad", "los avances", "la tecnología", "el desarrollo", "la modernidad", "el ocio".  Son todos estos los términos publicitarios que utiliza el Capitalismo para sumergirnos en su filosofía de vida. Aparentemente no existe otro estilo de vida más que el Capitalista, y todos los ciudadanos de todos los países sueñan con alcanzarlo.
Fué Estados Unidos el país promotor del Capitalismo y del "sueño americano". Se ha extendido la idea de que cualquiera que se lo proponga con esfuerzo y tesón podrá alcanzar un puesto de trabajo digno y llegará a beneficiarse de las comodidades sociales reportadas por este Sistema Económico que domina el mundo.

A costa de este "sueño" millones de niños mueren diariamente sin que se nos mueva un pelo de la cabeza por ello. Y lo más vergonzoso de esta situación es que tiene una fácil solución, y aunque no nos lo queramos creer se puede acabar el hambre y la pobreza del mundo, ya que los recursos son más que sufientes para toda la humanidad, y además sin necesidad de cargarse el medio ambiente.

Pero el Capitalismo nos dice una y otra vez que no, que la riqueza es para unos pocos, y que el resto tiene que sacrificarse.

Por increible que parezca, la mayoría de la humanidad actual ha aceptado esta premisa Capitalista. No trabajamos para todos, sino que trabajamos y nos sacrificamos para unos pocos.

Quizás algún día nos demos cuenta de lo triste que es que los niños mencionados en este artículo no puedan vivir su infancia como deberían hacerlo de una forma natural. Es muy triste que millones de niños no tengan ilusión por levantarse cada mañana y que tengan que sufrir porque así lo determina un Sistema Económico despiadado.
El Capitalismo, como bien nos indica Marx, se diferencia del Sistema Productivo Simple en que tanto las mercancías como los factores de producción humanos con considerados como artículos sometidos a su compra y venta en el libre mercado.
Atendiendo a la miseria de salario que percibe cada uno de estos niños por el trabajo que realizan, nos podemos imaginar que apenas tienen valor dentro del Sistema Económico, son prácticamente esclavos del sistema de producción capitalista.

Así nos tenemos que considerar los humanos del S.XXI, meros factores de producción y mercancías intercambiables dentro del Sistema.

No hay comentarios: