lunes, 30 de enero de 2012

LA CRISIS DE LA DEUDA SOBERANA

En la actualidad la prima de riesgo de los países es el “nuevo chollo” de los capitalistas a nivel mundial. Estamos ante un nuevo producto con el que especular y obtener enormes ingresos.
 Actualmente la Economía no se basa en el Sistema Productivo como fuente principal para obtener beneficios, sino que se está produciendo una tendencia acusada en los mercados hacia la ESPECULACIÓN como sustento de los negocios.
A continuación vamos a efectuar un análisis del desarrollo histórico sufrido desde el año 1997 hasta el momento actual, con el objetivo de explicar el fenómeno de la ESPECULACIÓN como elemento promotor de los acontecimientos políticos y económicos que han tenido lugar dentro de la Unión Europea, y más concretamente en España, durante este período de tiempo.
Ya se especuló con los préstamos hipotecarios mediante los “créditos subprime” y se consiguió beneficiar a los grandes bancos, empresas y agencias de calificación, que obtuvieron beneficios de billones de euros de todo ello. Mientras, condujeron a los ciudadanos a endeudarse sin conciencia alguna y a los Estados a permitirlo porque los mercados inmobiliarios y crediticios eran el eje de la economía de los países.
En 2002 el volumen de créditos subprime de las entidades financieras en Estados Unidos representaba el 7% del mercado hipotecario. En 2007 era del 12,5%.
Desde el año 1997 los precios de las viviendas se incrementaron desmesuradamente y tanto los bancos como las empresas inmobiliarias y crediticias, así como los especuladores sacaron una gran tajada de este negocio redondo. Íbamos camino de la tan comentada “Burbuja Inmobiliaria”.
Así todos contentos: los Estados, los bancos, las empresas y los especuladores.
Desde el inicio de la segunda fase de la unión económica y monetaria (UEM) todos los Estados miembros efectuaron progresos notables en la realización de un grado de convergencia sostenible. Estos progresos se aceleraron en 1996 y 1997, cuando los Estados miembros intensificaron sus esfuerzos, en particular, en el ámbito presupuestario.
Todo parecía ir “viento en popa”, los países como Alemania, Francia e Inglaterra caminaban con la cabeza bien alta ya que “aparentemente” la situación era inmejorable. 
En España teníamos doble ración de alta autoestima, ya que la mentalidad española de “más vale vivienda en mano que alquiler volando” llevó a millones de ciudadanos a firmar hipotecas sin encontrarse con muchas cortapisas por parte de los bancos.
Pero este cuento de hadas no podía tener un final feliz.
A finales del 2007 los bancos se habían más que beneficiado y comenzaron a recortar la concesión de créditos a las empresas y a los particulares. Los mayormente perjudicados fueron los ciudadanos. Numerosas pequeñas y medianas empresas tuvieron que cerrar y despedir a sus trabajadores. Y a la par las grandes empresas iniciaron reajustes en sus programas de actuación y en sus cuentas de explotación, ya que el mercado inmobiliario se había exprimido al máximo, y ya saciados de beneficios podían permitirse el lujo de ahorrar costes despidiendo a sus trabajadores y reduciendo sus negocios.
En diciembre de 2007 se produce la explosión de la burbuja inmobiliaria motivada por una brusca caída de la demanda y de los precios, y aún continúa en el 2011, con caídas de la demanda superiores al 40% provocadas por la incapacidad del mercado para absorber la enorme oferta de vivienda construida y vacía disponible.

A principio del año 2008 ante el elevado índice de despidos que se estaba produciendo y con la caída de PYMES se inició una crisis que motivó el impago de las hipotecas y créditos con las que se estaba negociando en los mercados financieros.
Ello provocó un desplome de todas aquellas entidades que poseían estos productos y que cotizaban en bolsa.
Muchas quebraron, lo que sumó millones de desempleados en los distintos países.
Importantes bancos se vieron afectados y con la amenaza de poder verse en quiebra, con el consecuente perjuicio que podían producir a sus clientes y allegados, pidieron ayuda económica a los Estados para poder salir del meollo en el que se habían metido.
Este fue el punto culminante de la crisis: los Estados se vieron de pronto con una tasa de desempleo muy elevada e inesperada y además se vieron en la tesitura de tener que responder ante los bancos concediéndoles préstamos para que no se produjese el desplome del Mercado Financiero.
A partir del año 2008 los Estados Europeos incrementan su tasa de endeudamiento con los bancos para poder hacer frente a los distintos frentes de gasto que van surgiendo.
En el caso de España cabe destacar como principales partidas de gasto imprevistas, entre otras: un elevado incremento de las prestaciones y subsidios por de desempleo (tratándose a día de hoy es un paro estructural), una gestión inadecuada de los Organismos Públicos con el consecuente aumento del endeudamiento público y una inyección al sistema financiero español de 30.000 millones de euros (ampliables hasta los 50.000 millones de euros).
Cabe destacar el siguiente artículo del Periódico Público.es  de  fecha 07/10/2008:
http://www.publico.es/dinero/162391/el-gobierno-inyectara-al-menos-30-000-millones-de-euros-al-sistema-financiero
“En octubre del 2008 el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero anuncia  la creación de un fondo temporal con cargo al Tesoro destinado a actividades financieras. Esta inyección de 30.000 millones de euros, ampliable a 50.000,  es una medida, según ha confirmado Zapatero, complementaria a las labores del Banco Central.
“Se trata de un gran préstamo temporal y lo podemos realizar porque tenemos una deuda en unos niveles muy razonables", recalcó Zapatero para señalar que esta decisión no incrementará el déficit público, ya que va a cargo del Tesoro.
Zapatero insistió en que, a diferencia de otros países, esta medida no busca sanear a las entidades financieras españolas -cuya solidez y solvencia no se pone en duda, volvió a destacar- sino "prevenir riesgos" e "inyectar financiación" para facilitar los créditos y, con ello, impulsar la actividad económica.  En estos momentos, recordó, la falta de crédito es el gran problema que paraliza la actividad.
La medida pretende facilitar la concesión de créditos para impulsar la actividad económica
El líder del Ejecutivo ha explicado que "sin crédito no hay inversión", y sin inversión, ha recalcado, no hay creación de empleo, ni crecimiento.
En una comparecencia ante los medios de comunicación en el Palacio de la Moncloa, Zapatero ha explicado que es una "medida extraordinaria" adoptada tras la reunión de hoy de los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin).
El Gobierno elevó la garantía al unísono con Europa, que aprobó situarla en un mínimo de 50.000 euros. Según fuentes de la Moncloa, esperó hasta el último minuto para ver si el Ecofin adoptaba un plan de rescate europeo. Al no tomarse medidas (Sarkozy había fracasado en su plan de crear un fondo de 300.000 millones), el Ejecutivo acordó actuar unilateralmente.
A falta de que el viernes el Consejo de Ministros apruebe el fondo millonario y detalle sus características, el sector financiero y la oposición celebraron su creación.
Al tipo medio al que se ha emitido la deuda en 2008 (4,25%), este plan tendría un coste anual en intereses de 1.275 millones cada año. El Tesoro prevé recuperar toda la inversión (intereses incluidos) cuando revenda esos activos a buen precio, una vez que los mercados se recuperen”.
Con motivo del incremento de la tasa de endeudamiento de los Países de la Eurozona éstos han ido visto incrementada su tasa de riesgo ante los mercados financieros. Éste ha sido el primer indicio de la crisis de la zona euro.
Crisis de la deuda soberana europea

A principios del año 2010 comienza la Crisis de la Zona Euro o también llamada Crisis del Euro, en la que se ven involucrados los 17 Estados miembros de la UE.
A partir de este momento los estados de la Eurozona han venido padeciendo una crisis de confianza sin precedentes, con ataques especulativos sobre los bonos públicos de varios de sus miembros, turbulencias en sus mercados financieros y bursátiles, y una caída del valor cambiario de la moneda única, en un contexto de incertidumbre y dificultad por alcanzar un acuerdo colectivo que todavía persiste.
El primer país afectado fue Grecia. Durante las primeras semanas del 2010 la enorme deuda pública de Grecia comenzó a considerarse preocupante. La situación se agravó al descubrir que el gobierno de Atenas ocultó durante años los verdaderos datos macroeconómicos, entre ellos el verdadero valor de la deuda, todo ello con el asesoramiento de  Goldman Sachs.
El 23 de abril de 2010 se produce la primera petición de “rescate” a la UE por parte del gobierno Griego. Cuando llegó la crisis financiera global, el déficit presupuestario subió y los inversionistas exigieron tasas mucho más altas para prestar dinero a Grecia.
Todos los países de la eurozona se vieron afectados por el impacto que tuvo la crisis sobre la moneda común europea. Hubo temores de que los problemas griegos en los mercados financieros internacionales desataran un efecto de contagio que hiciera tambalear los países con economías menos estables de la eurozona como Portugal, Irlanda, Italia y España que, como Grecia, tuvieron que tomar medidas para reajustar sus cuentas: PLANES DE AUSTERIDAD.
A partir de marzo de 2010, la eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) debatieron conjuntamente un paquete de medidas destinadas a rescatar la economía griega, dentro de un trasfondo de desacuerdos entre Alemania y el resto de los países miembros. 
Finalmente, el 2 de mayo la Unión Europea (UE) y el FMI acordaron un plan de rescate de 750.000 millones de euros, para tratar de evitar que la crisis se extendiera por la eurozona. A esta medida se añadió la creación, anunciada el 10 de mayo, de un fondo de estabilización colectivo para la eurozona. Al mismo tiempo, todos los países europeos tuvieron que adoptar sus propios planes de ajuste de sus finanzas públicas, inaugurando una era de austeridad.
En abril de 2011 el Gobierno Socialista de Yorgos Papandreu se comprometió a aplicar un nuevo plan de ajuste por valor de 23.000 millones de euros y a poner en marcha un plan de privatizaciones de 50.000 millones de euros adicionales.
A partir de septiembre de 2011 es cuando Grecia presiona para que la Unión Europea pague un segundo rescate. El nuevo plan de ajuste asociado a este segundo rescate se da a conocer el 21 de septiembre de 2011 y se toman las siguientes medidas:
-         30.000 funcionarios son mandados a una "reserva" previa al despido o la jubilación,
-         Los jubilados menores de 55 años perderán un 40% del importe de sus pensiones,
-         Reducción de los salarios públicos en un 15%,
-         Impuesto a la propiedad inmobiliaria (de 0,50€ a 16€ por metro cuadrado),
-         Se obligará a pagar impuestos a quienes cobren más de 5.000€ anuales (frente a los 8.000€ anuales antes de la reforma).
-          
El 1 de noviembre de 2011 se cesa a la cúpula militar por temor a un Golpe de Estado. Además el 11 de noviembre tras la petición fallida del anuncio de un referéndum sobre la re-financiación de la deuda griega, dimite Yorgos Papandreu y se pone en su lugar el tecnócrata Lucas Papademos (Economista jefe del Banco de Grecia desde 1985 hasta 1993 y vicepresidente del Banco Central Europeo desde 2002 hasta 2008 ).

El segundo país afectado fue Irlanda.
Los actuales problemas presupuestarios de Irlanda tienen su origen hace más de dos años, cuando el comienzo de la crisis impuso el freno a una de las economías con mayor y más rápido crecimiento de la Unión Europea. 
A continuación se enumeran los momentos claves del proceso que ha llevado a Dublín a pedir un rescate a la UE y al FMI y su posterior evolución.
2008
El 7 de mayo de 2008 Brian Cowen del partido centrista Fianna Fáil es elegido primer ministro de Irlanda. Sus aliados y sus oponentes le advierten de la dura tarea que le espera para gestionar la ralentización económica del país.
El 25 de septiembre Irlanda se convierte en el primer país de la Zona euro que entra en recesión debido al estallido de su burbuja inmobiliaria.


Desde el 30 de septiembre hasta diciembre del 2008 Irlanda tiene que reaccionar y aprobar una garantía de crédito de, primero 400.000 millones de euros ante la caída del bando Lemanh Brothers, que más tarde se elevó hasta los 485.000 millones de euros al incluir  a los bancos extranjeros que operan en la isla, y que finalmente supuso otra inyección de 5.500 millones de euros en sus tres mayores bancos, nacionalizando el Anglo Irish Bank.

2010
Durante este año la calificación de Irlanda como país se reduce a una “BBB+”.
Aún cuando el gobierno Irlandés se niega en tres ocasiones a ser rescatada por el Eurogrupo, no tiene más remedio que aceptar las condiciones europeas en noviembre,y los veintisiete dotan un Fondo Europeo de Estabilización de 750.000 euros para rescatar a los países con graves problemas presupuestarios.
En diciembre Irlanda acaba aprobando el plan de rescate de la UE y el FMI

2011
Este año se cierra con la calificación de los bonos de Irlanda como “Bonos Basura”, puesto que no han superado las calificaciones de “Ba1-“.
El gobierno Irlandés se ha visto obligado a tomar las siguientes medidas, guiado por un Plan de Austeridad que le viene impuesto desde Europa:
-       Reestructurar su Banca y quedarse solamente con 2 entidades.
-       Rebajar el IVA en Turismo.
-       Incremento de las Tasas sobre el Agua y las Energías. Se impone una Tasa sobre la Vivienda.
-       Los próximos diez días, la llamada troika evaluará los progresos efectuados por el Gobierno irlandés, reforzado por las previsiones que auguran un modesto crecimiento de su economía para 2011 y 2012. Se trata de la cuarta revisión trimestral desde que el pasado noviembre el Ejecutivo irlandés aceptase un paquete de ayuda de 85.000 millones de euros.
-       A finales del año 2011 el grupo de los veintisiete augura una rápida mejoría de la economía Irlandesa. Se ha ajustado muy adecuadamente a los Planes establecidos por Europa.

El tercer país afectado fue Portugal.
El tercer país afectado fue Portugal.
Desde el 25 de marzo del 2010 hasta el 11 de marzo del 2011 el Gobierno Socialista de José Sócrates se ve presionado por los países líderes de la Unión Europea, Alemania y Francia, a aplicar varios Planes de Austeridad, conocido como los PEC - Programas de Estabilidad y Crecimiento, con motivo de la inseguridad que ha ocasionado la situación de Grecia dentro de la Unión Europea, y con la consecuente puesta en duda de la fiabilidad económica de ciertos países como Portugal, Irlanda y España.
 La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) rebaja dos escalones la calificación de Portugal. De "A+" pasa a "A-" debido a "la debilidad estructural" de su economía, fruto del deterioro de sus finanzas públicas y sus escasas perspectivas de crecimiento.

En estos Programas de Estabilidad y Crecimiento se contemplaron las siguientes medidas:
-         una reducción del gasto social y militar,
-         el aumento de impuestos a las rentas más altas,
-         el incremento del IVA hasta el 23% y del  IRPF,
-         la congelación de las pensiones,
-         la congelación y posterior reducción  del salario de los funcionarios del 3,5% al 10% y
-         la privatización de bienes públicos.

 El déficit del país se dispara y los intereses que piden los inversores internacionales para comprar obligaciones a diez años del Tesoro portugués se disparan y alcanzan el 8% en marzo del 2011.
El 23 de marzo de 2011 la oposición portuguesa, desde los conservadores a la izquierda marxista, rechaza el cuarto programa de austeridad y provoca la dimisión del Gobierno liderado por Sócrates.
El 24 de marzo de 2011  el Eurogrupo estima que un eventual rescate de Portugal podría necesitar de 75.000 millones de euros del fondo de ayuda europeo. Con esa cifra sobre la mesa, durante la cumbre europea convocada en Bruselas, los líderes de la UE mantienen un largo debate sobre la situación portuguesa y las alternativas a las que se enfrenta el país. El ya primer ministro en funciones luso, José Sócrates, insiste ante sus homólogos en que su país no quiere un rescate.
Fitch y Standard&Poor's rebajan la nota de la deuda portuguesa y dejan la calificación al borde del bono basura.
En abril del 2011 El primer ministro luso en funciones, José Sócrates cambia de opinión y pide la activación de un rescate de la UE y el Gobierno portugués pide formalmente el inicio de la negociación con la UE y el FMI para cerrar los términos del rescate financiero.
El 3 de mayo el primer ministro portugués, José Sócrates, anuncia que se ha alcanzado un acuerdo con la UE y el FMI sobre el plan de ayuda financiera, el rescate ascenderá a 78.000 millones de euros a lo largo de tres años y es definitivamente aprobado el 16 de mayo por el Eurogrupo. Este plan de rescate conlleva un Plan de Ajuste que incluye entre otras medidas:
-         la congelación de los salarios de los funcionarios y de las pensiones hasta 2013,
-         un recorte del gasto sanitario superior a 900 millones,
-         y una reducción en las prestaciones por desempleo.

El 5 de junio de 2011, tras seis años de Gobierno socialista, Portugal gira a la derecha y da una holgada mayoría a los conservadores. El vencedor de las elecciones, Pedro Passos Coelho, del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), anuncia la formación de un Gobierno "de mayoría" al que está dispuesto a sumarse su habitual aliado, el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP). El hasta ahora primer ministro, José Sócrates, dimite como líder de su partido.
El 2 de septiembre la Unión Europea aprueba dos nuevos tramos del rescate financiero a Portugal e Irlanda, por valor de 11.500 y 7.500 millones, respectivamente.  Y el 13 de septiembre el FMI aprueba el segundo tramo de la ayuda a Portugal por 3.980 millones de euros y pide a Lisboa que ahorre 1.000 millones de euros en 2012 para asegurar el objetivo de acabar el año con un déficit del 4,5%.
En noviembre el país vecino se sitúa al borde de la recesión.
El 16 de noviembre los inspectores del Banco Central Europeo, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional han dado su visto bueno a la entrega del segundo tramo del rescate, por valor de 8.000 millones de euros, que se transferirá en diciembre o enero. El país luso ha logrado colocar 1.123 millones de euros en deuda a corto plazo, con un interés similar.
El 24 de noviembre tiene lugar la Tercera huelga general convocada por los dos grandes sindicatos del país en los últimos 23 años. Es la primera que sufre el Ejecutivo de Passos Coelho. Los trabajadores protestan por los recortes anunciados, que son elogiados por Fitch. A pesar de ello, la agencia de calificación de riesgos ha rebajado la nota de la deuda lusa a la categoría de 'bono basura'.
Finalmente, el 9 de diciembre la economía portuguesa experimentó en el tercer trimestre del año una contracción del 0,6% respecto a los tres meses anteriores, frente al retroceso del 0,4% inicialmente previsto, lo que arroja un dato de crecimiento negativo del 1,7% interanual, siete décimas peor que el dato interanual del segundo trimestre, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística de Portugal (INE).

Por último, países como España e Italia están en la mira de los veintisiete como países de alto riesgo económico y financiero. Lo cual los pone en “jaque” para su futura adaptación a los Planes de Austeridad, así como su posible “rescate” por parte del Banco Central Europeo.


CONCLUSIÓN:
Los países Europeos se han visto amenazados por el “Capitalismo”, en cuanto que han visto el peligro de quedarse sin financiación por parte de los propietarios del Capital.
Esta amenaza ha supuesto un giro en la actuación de los gobiernos europeos bajo las directrices de los países europeos más poderosos, en este casos Alemania y Francia.
Estas directrices han ido encaminadas fundamentalmente a favorecer la expansión de las empresas y los bancos dentro de Europa. Para ello se han establecido unos Planes de Austeridad y unos Fondos de Rescate, con el fin de dar “garantías” acerca de la estabilidad económica y financiera de los países de la Unión.



Entre otras medidas, los países europeos coinciden fundamentalmente en las siguientes:

-       Retirada de los Partidos Socialistas de los gobiernos de los países, y la entrada en los mismos de Partidos de Derechas.
-       Reducción de los Servicios Públicos, así como el despido de gran parte del funcionariado y personal al servicio de la Administración.
-       Reducción o Supresión de las Pensiones de Jubilación.
-       Incremento de los Impuestos Directos (IRPF fundamentalmente, IBI, Tasas relacionadas con la Vivienda, entre otros), y de los Impuestos Indirectos (IVA). Curiosamente se reducen los impuestos de Sociedades, y no se llega a tomar la decisión de establecer un Impuesto sobre los ingresos percibidos por los Bancos y Entidades Financieras (aunque actualmente se está barajando esta posibilidad).
-       Incremento de los Fondos a favor de las Entidades Bancarias y Financieras. Con el propósito de incentivar su actividad y favorecer su crecimiento económico.
Observando estas medidas, entre otras adoptadas hasta ahora, cabe realizarnos la siguiente pregunta: ¿QUÉ DESTINO LE DEPARARÁ AL ESTADO DE BIENESTAR?, ¿ESTÁ CONDENADO A DESAPARECER?, ¿NOS SUMIREMOS EN UNA EUROPA “CAPITALISTA”, DIRIGIDA POR EL PRINCIPO DEL “LIBRECAMBISMO” Y LA “SUPERACIÓN PERSONAL”?

Mi conclusión personal, es que el “Capitalismo” ha encontrado una nueva fórmula de obtención de ganancias fundamentada en la especulación sustentada en el dinero de los Estados, ha perdido el miedo a los movimientos sociales y está pisando fuerte por implementar su filosofía de la “ambición” y el “ansia de acumulación de dinero”.
Este “ansia de riqueza” no tiene límites ni territoriales ni personales. Bajo los pies del Capitalismo millones de personas se sumen en la muerte y en la pobreza. Y por ahora, no existe gobierno alguno que nos represente, que esté dispuesto a ponerle límites a quienes ostentan el poder económico.
La solución sería salirse de este Sistema Capitalista que hemos asumido como el único existente y posible para nuestra supervivencia. Un cambio de mentalidad sería lo único factible para dirigir nuestro “esfuerzo personal” hacia nuevos horizontes, que superaran el objetivo del “consumo”, “bienestar” y “riqueza” como filosofías de vida, que nos han sido inculcadas como una palabra sagrada, y que realmente no son beneficiosas para la vida humana en general.

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